Nuevamente, por octavo año consecutivo, hemos tenido el placer de viajar a Peñíscola para realizar visitas teatralizadas a su imponente castillo, uno de los monumentos más asombrosos y visitados de nuestro país. Nuevamente, los personajes de la historia han aparecido entre sus piedras centenarias; nuevamente, se han agotado todas las localidades… Nuevamente, el público, ha reído, escuchado, se ha conmovido, ha aplaudido, nos ha seguido por el impresionante patio de armas, por el salón gótico, en la iglesia, en los sótanos… Nuevamente, el mar Mediterráneo nos ha recibido alegre, ensoñador, paternal, terrible… ¡Qué hermoso oficio, el nuestro!